hablemos claro

HABLEMOS CLARO El 14 de noviembre de 2009, bajo el título de BALOTAJE, escribimos un artículo que disparó polémica. Valoraciones, interpretaciones, conclusiones, que ameritaron algunas respuestas y contra respuestas. La intención de quien suscribe, no es polemizar con algunos compañeros “respondedores”, y mucho menos por esta vía. Si podríamos y quizá deberíamos hacerlo en el marco de encuentros, charlas, mesas redondas o cuadradas, o quizá mano a mano, pero no por estos medios electrónicos. Pero, es importante, que hablemos lo mas claro posible. Las distintas experiencias vividas por quienes militamos y usamos este y otros instrumentos de comunicación para expresar ideas, opiniones, valoraciones, propuestas, críticas, etc, hace que pensemos de acuerdo a esa experiencia, que en muchos casos la “ayudamos” con el estudio que mas o menos podemos hacer de grandes pensadores y elaboradores teóricos y prácticos, clásicos, en la defensa del pensamiento revolucionario. Las interpretaciones que hacemos de la lectura del algún documento, o libro, o lo que sea, no solamente es diferente, sino, que a veces, no somos claros, tanto explicando, como entendiendo. Lo que nos parece mas ajustado a la realidad, lo expresamos, y NO NOS ASUSTA, que pensemos diferente, o tengamos una lectura diferente de la realidad, lo que si nos asusta, es que quienes tengamos una visión y definición Revolucionaria, y tengamos al Socialismo como horizonte, busquemos grandilocuentes explicaciones, sesudos análisis, para justificar nuestra impotencia, incapacidad, y en definitiva, siempre tengamos un pretexto o una justificación finamente analizados, para no salir de la argumentación teórica, y observar el desarrollo de la lucha de clases, sin poner en práctica eso que pensamos para transformar la realidad y hacer avanzar el proceso. Estamos convencidos que al Socialismo no se llega por acumulación de reformas y mejoras dentro del capitalismo. Al Socialismo se llega entre otras cosas expropiando a los expropiadores. Como el viejo dicho “la mona aunque se vista de seda, mona queda”. Y lo que estamos observando es precisamente eso. Justificar el retroceso ideológico que propone el reformismo, porque “estamos un poco mejor”. Creemos que no descubrimos nada, si dijéramos que cualquier gobierno que hubiese asumido en 2005, habría mejorado la situación en términos generales. No por definición ideológica, sino por imperio de las circunstancias internas y externas. Y una de las graves e imperdonables actitudes que han impulsado los dirigentes reformistas y conciliadores, es borrar del análisis político “LA VISION DE CLASE, LA LUCHA DE CLASES”. Y eso, no podemos aceptarlo, porque las pequeñas mejoras para los trabajadores, ha significado un brutal enriquecimiento a los patrones. Hemos votado en blanco varias veces. En distintas instancias, con diferentes argumentos. Tratamos de interpretar la realidad desde el análisis marxista. Tratamos de entender el proceso de las clases explotadas en este país, y en el mundo. Con carencias. Con dificultades. Y luego actuamos en consecuencia. Y luego balanceamos. Y luego hacemos autocrítica individual y colectiva. Y luego tratamos de corregir e intervenir en la lucha de clases, en un ida y vuelta, teoría y práctica, aprendiendo y enseñando, obedeciendo y mandando. No nos imaginamos el proceso de la “madre” de las revoluciones proletarias, la revolución Rusa, sin el brutal régimen de opresión, y la consigna “Paz, Pan y Trabajo”, nos da una lectura, del hambre, la pobreza, la ignorancia y la miseria que vivía la clase obrera rusa junto al pueblo explotado. No nos imaginamos la revolución China, sin la guerra criminal del imperio japonés. No nos imaginamos la Revolución Cubana, en su conjunto, a partir de la tremenda derrota del Moncada y la posterior recomposición de las fuerzas revolucionarias, sin un despiadado régimen como el de Baptista. No nos imaginamos la Revolución Sandinista en Nicaragua, sin los atroces 44 años de dictadura Somocista. ¿Acaso estos 4 ejemplos estaban bajo un régimen democrático burgués con una hegemonía socialdemócrata gobernando? ¿es razonablemente pensable que si en estos 4 ejemplos heroicos de trabajadores, campesinos junto a sus pueblos, se hubiesen dado bajo presidencias de Vázquez, Mujicas, Astoris? En ningún momento pensamos, ni dijimos, que “cuanto peor, mejor”. En ningún momento podríamos pensar que el pueblo tiene que pasar hambre. Jamás desearíamos tremenda atrocidad. Jamás culpamos ni culparíamos a las clases explotadas, por las responsabilidades colectivas que asuman. Pero seamos claros, no hablamos ni comparamos gestiones de gobierno para definirnos cuán revolucionarios seríamos. Las gestiones de gobierno las comparamos solo para argumentar el voto. Nada mas. Los 24 de agosto, a partir de 1994, reclamamos y nos movilizamos por nuestros compañeros Morroni y Facal. Lacalle es el responsable de la masacre del filtro. Mujica y Huidobro llamaban a la resistencia porque “estábamos siendo invadidos por el estado español”, desde la 44 radio panamericana. Decenas de miles nos movilizamos. Decenas de miles enfrentamos el aparato represivo policial armado hasta los dientes frente al filtro. Decenas de heridos. Desde el 9 de noviembre de 1983, donde “nos rompieron todo” los milicos en una enorme movilización, no había ni hubo después un despliegue de esa naturaleza. Lacalle es el responsable del filtro. ¿y Mujica? ¿y Huidobro? En el 2002, con la crisis mas grande de la historia muchos planteamos el “FUERA BATLLE”, otros hablaron de elecciones anticipadas como salida mas decorosa y otros dijeron que no “porque se afectaba la institucionalidad y generaba un precedente”. ¿y Mujica? ¿y Huidobro? ¿Dónde estaban? A MODO DE EPILOGO Hablamos de REVOLUCION y de SOCIALISMO. Hablamos de condiciones materiales. Hablamos de condiciones objetivas y subjetivas. Hablamos de factores internos y externos. Podremos “polemizar”, discutir y responder, podemos verla diferente. Podemos tener discrepancias en el como, cuando. Pero lo que debemos tener bien claro es que la REVOLUCION, y no las REFORMAS mas o menos radicales, es persecución, cárcel, muerte, tortura, hambre, miseria, dolor, y todo tipo de sufrimiento, a la cual la clase trabajadora junto al pueblo, deberá prepararse y enfrentar. Expropiar a los expropiadores Y luego estar alertas a la contrarrevolución. Expropiar a los expropiadores, no es una tarea Si esto no es así, o no somos revolucionarios, o no hemos aprendido nada. Carlos Alberto Boga - 26/11/2009