martes, 17 de enero de 2012

el lenguaje parte II

EL LENGUAJE (Parte II) Habíamos expresado en el artículo anterior – entre otros conceptos – que el lenguaje ( o cualquier otra forma de comunicación que tenemos los seres humanos), responde a los pensamientos, conceptos, ideas. No son palabras “locas” que largamos sin procesar. Algunos somos mas analíticos, otros mas espontáneos, otros somos mas “sentimentalistas”, pero en definitiva, lo que pretendemos trasmitir, es un REFLEJO. Ya sea de nuestra conciencia, de nuestro “sentir”, o nuestro análisis. El idioma español, (o castellano o uruguayano) que usamos, contiene aproximadamente 3.000 palabras. Muchas son parecidas, muchas pretenden decir lo mismo, muchas se reiteran. Pero es claro y objetivo, que nuestro idioma (aunque lo hayamos “lunfardeado”) es de los mas ricos en calidad y cantidad que maneja la especie humana. Hoy día, (teniendo en cuenta que el 50% de los jóvenes que ingresa al liceo repite primer año), los gurises, con mucha suerte manejan el 5% de las palabras que tiene nuestro idioma, es decir se manejan, dialogan, se expresan usando no mas de 150 palabras, - en el mejor de los casos – porque hay un número muy importante de jóvenes que usan apenas 60 palabras. El abandono prematuro y de altísimo porcentaje de jóvenes a los centros de estudio, así como una gran cantidad de docentes (también muy jóvenes) que fueron formados (o deformados) por un sistema educativo perverso, paupérrimo, economicista, superficial, etc, ha llevado a que miles de jóvenes sin estudio y preparación ingresen en el mercado laboral. Estos empleos de pésima calidad, de flexibilidad laboral, de necesidad de trabajar sin poner condiciones de ninguna especie, ha llevado a una súper explotación cuasi salvaje. El 77% de los jóvenes que ingresa al mercado laboral, no pone ninguna condición. Todo queda librado a la propuesta patronal. No hay exigencias por parte de los jóvenes trabajadores de nada. Ni condiciones laborales, ni horarios, ni salarios, nada. ¿y saben por que? Porque adolecen de un total y absoluto desconocimiento de las leyes laborales, convenios, reglas, contratos, condiciones, etc. Y además – no podía faltar – el miedo. Jóvenes que prometen a sus padres que dejan el estudio para trabajar, deben trabajar, a cualquier precio, bajo cualquier condición. Algunos, mas avanzados, comprenden rápidamente que deben sindicalizarse para conocer sus derechos. Otros, se “calientan” mandan al patrón “a la mierda” y se van a buscar otra cosa, igual o peor. Inclusive en una mecánica perversa el patrón (sabiendo que necesita de ese empleado), se hace el “duro” pero (conociendo las reglas) amenaza al trabajador “que si renuncia en otro lugar será peor, ya que ÉL es mucho mas bueno y flexible. Algunos – antes de renunciar – intentan hablar con el patrón para plantearle sus inquietudes o reivindicaciones en forma individual. ¿y que sucede? VAN A LA PALIZA. Porque en el mejor de los casos, renuncian igual si no son contemplados sus derechos. Y en el peor de los casos, terminan ACEPTANDO Y DÁNDOLE LA RAZON AL PATRON, y muchas veces se transforman en un aliado incondicional del patrón (alcahuete), sin saberlo, sin advertirlo, lo hace convencido. Cuando hay un paro, o el 1º de Mayo van a trabajar, (carnereando) lo hacen convencidos, tranquilos en su conciencia. Casi nadie en su conciencia acepta ser “CARNERO”. ¿por qué? Porque el patrón maneja un LENGUAJE, altamente superior, casi incomprensible para el joven trabajador. El patrón puede – cuando se lo proponga – usar 1.500 o 2.000 palabras, que el joven trabajador desconoce, no entiende. Palabras que expresan conceptos, ideas, propuestas, objetivos, que el patrón tiene muy claro, pero el trabajador no entiende, desconoce. En otros casos – la mayoría – el trabajador, individual – pero sabedor de sus carencias de lenguaje – no se anima, no se atreve a hablar con el patrón. Sabe que no podrá sostener una discusión sin calentarse. Pero tampoco podrá sostener una discusión sólida, firme, clara, que confronte dos formas diametralmente opuestas de pensar, de marcar objetivos, de diferenciarse sustancialmente de los dichos del patrón. Este trabajador sabe que el patrón puede manipularlo, mentirle, amansarlo, porque maneja un lenguaje abundante en términos y conceptos, por lo tanto, opta por no hablar. Esta distancia cada vez mas amplia entre explotadores y explotados, que es apenas el uso y manejo del LENGUAJE, es lo que hoy vemos. Y los que somos veteranos, pero tenemos hijos, y hasta nietos, si tenemos claramente el concepto ideológico del lenguaje, estamos convencidos que tenemos que tener mucha, mucha, mucha paciencia. No podemos calentarnos con los jóvenes porque no nos entiendan. Ellos, en su escasísimo lenguaje, se entienden entre ellos, y a nosotros (los veteranos) nos “escupen”. Y es razonable. Pero además, tenemos dos agravantes. 1º) Mujica, - presidente – usa un lenguaje muy popular. Mujica, - candidato – “enamoró” a cientos de miles de pobres, explotados y trabajadores, con su lenguaje, CLARO Y POPULAR, como dicen muchos. Pero Mujica, candidato y presidente, JAMÁS HABLÓ CON LENGUAJE DE CLASE, JAMÁS MARCÓ LA DIFERENCIA ENTRE PATRONES Y OBREROS, SIEMPRE, lo hizo COMO SI FUÉRAMOS TODOS IGUALES. Usó y usa un lenguaje popular, (a veces grotesco y chabacano), que genera amores y odios, por las FORMAS. Pero ha logrado convencer a explotadores y explotados. Los explotadores, porque saben que las políticas económicas, sociales, culturales, los benefician estructuralmente sin expropiarles NADA. Bajo el lenguaje de Mujica no corren ningún riesgo de perder EL PODER. Los explotados porque tienen fundadas esperanzas en que con ese lenguaje logren cambiar la correlación de fuerzas entre capital y trabajo, pero no advierten que ese lenguaje obedece a una cuestión estrictamente COYUNTURAL, en lo ESTRUCTURAL, para los explotados NO HAY NINGUNA POSIBILIDAD NI CON MUJICA NI CON DIRIGENTES COLORADOS O BLANCOS, QUE CAMBIE NADA. 2º) cuando los trabajadores en su necesario y legítimo derecho recurren a la afiliación o formación sindical, se encuentran con el mismo problema. La enorme mayoría de los dirigentes sindicales han estudiado, se han preparado ideológica, política y sindicalmente para dirigir, persuadir, manipular y dominar a los trabajadores. La enorme mayoría de las veces lo hacen a través del LENGUAJE. La mayoría de los dirigentes sindicales formados en la socialdemocracia, la conciliación, saben como, cuando y donde decir lo que el auditorio quiere escuchar. Pueden hacer discursos radicales de izquierda combativa y clasista, y pueden hacer discursos conciliadores para entregar conflictos. Saben usar y manejar el LENGUAJE. Los dirigentes de los PPTT, han quedado sin espacio. El doble discurso de la pseudo izquierda, “como te digo una cosa te digo la otra”, pero en definitiva hago lo que le conviene al capital, es – junto al mas abyecto clientelismo político – y la coyuntura favorable a nivel internacional, el gran triunfo temporal de las izquierdas socialdemócratas y conciliadoras. Que también – es importante señalar – lo acompañan de un asistencialismo económico, que tiene adormecida a las masas explotadas. Ningún niño o niña nace “chorro”, mentiroso, explotador, hipócrita, manipulador. Ningún niño o niña nace queriendo ser rico o pobre. Genéticamente es imposible. Todos los niños y niñas son buenos, sinceros, honestos, puros, cuando nacen. Por lo tanto, todo lo demás es consecuencia del tiempo y el espacio donde nacen, crecen, se desarrollan, maduran, se reproducen y mueren. El LENGUAJE también. Van aprendiendo a expresarse de acuerdo al hogar donde van creciendo. No es lo mismo un niño que nace en el Casabó o el 40 semanas, que un niño que nace en Carrasco. No es lo mismo el hijo de un albañil, metalúrgico, gráfico que maneja 150 o 300 palabras, que el hijo de un empresario, banquero, exportador, latifundista, que se educa manejando varios idiomas y mas de 2000 palabras. Por lo tanto somos un producto social. ¿Cuántos ricos, patrones, explotadores vemos como feligreses en las distintas iglesias, o religiones que pululan en nuestro país? ¿Cuántos pobres y explotados vemos? La enorme, gigantesca mayoría que concurre a esos centros religiosos, con una fe y esperanza impresionante, son pobres y explotados. ¿son culpables, “pecadores” o malos? No absolutamente NO. ¿pero quienes están detrás de esas congregaciones religiosas? ¿pobres y explotados? ¿discriminados? NO. La materia es lo primero, no puede haber espíritu, ni sentimiento, ni conciencia, si antes no hay materia. ¿Qué somos? ¿aire? ¿espíritu? ¿alma?. NO. Somos materia. Somos carne y hueso. Somos seres pensantes. Trabajadores. Transformadores. Después de la materia se desarrolla la conciencia, y los sentimientos. Lo primero es lo primero. Después está lo segundo. Salud, para todos los pobres del mundo. Mejor año 2012. Mas conciencia. Mas lucha. Mas fuerza. Porque como dijo un viejo barbudo y peludo hace mas de 150 años: “EL MUNDO SERÁ DE LOS TRABAJADORES”. Sin dobles discursos. Carlos Alberto Boga – enero de 2012 – www.guevaristasdelacosta.blogspot.com